viernes, 9 de noviembre de 2007

Teopolítica

Para ver la imagen en su tamaño real, presiona sobre ella
.

Va el delirio de producción casera realizado durante clases de derecho civil que relatará las aventuras, intrigas y pasiones de dos hombres legítimamente sobreevolucionados: Lex Sarkosky y Hugo Mercury, su archirival. En el año 2113, en el planeta B-14, faltando poco para que la compañía de investigadores androides DARWINCORP revele el gran descubrimiento del siglo, ambos personajes, desde posiciones distintas, lucharán por lo mismo: la salvación del hombre como consecuencia inevitable de la implantación de sus ideas sobre el espectro mundial, siendo la salvación, para Mercury, un asunto de igualdades y para Sarkosky, de mejoramientos radicados en la creencia en cuestiones de muy remota devoción, metáforas como la raza y lugares comunes como la crianza y el hombre de sino, para llamar la atención sobre la decadencia de los tiempos actuales. Por su parte, Mercury hará lo posible por comunicar al mundo su mensaje elaborado con fragmentos extractados de los apócrifos bíblicos, de las entrevistas de los campeones de fútbol, y de la clásica doctrina de los manifiestos marxistas decimonónicos, una suerte de utopía no contradictoria que sólo podría concretarse mediante una instancia previa en la cual el trabajador a quien él representa, le despeje el camino para implantar el necesario gobierno dictatorial que conducirá, no obstante, hacia la emancipación igualitaria de los hombres, quiero decir, hacia la felicidad. Mientras tanto Sarkosky, el antihéroe intelectual opacado por las masas, sorteará la mayor pelea consigo mismo: a veces se sentirá portador de la poderosa fuerza del inconsciente colectivo ario y en otras ocasiones no verá en si sino a un pesado franchute citando religiones y filosofías atemporales, incomprensible presidente creyente ávido lector de guerreros de ultratumba cual Chamberlain, Eckhart, Herder, Gobineau. Al fondo de su teoría política habrá algo inexpresable e inconcebible: un dios, una religión, un camino común superior y, si es posible, una mujer.
¿Podrán nuestros antihéroes mejorar o igualar a la especie humana? ¿Podrán escapar de sus descabellados deseos milenaristas? ¿Continuarán su carrera de expansión universal o acabarán en un paraje oceánico, al amparo de jóvenes mozas, teniendo la vida contemplativa que decidieron un día dejar?


Sépalo en el próximo episodio.

1 comentario:

Cristián Arregui Berger dijo...

"You can be everything you want to be"
dijo el Sr. Mercury en esa bella proclama política de Innuendo

"Surrender your ego be free be free to YOURSELF"

Acaso el mundo y nosotros mismos no somos sino una representación de la Voluntad
En el juego de la Vida

Una partida de ajedrez o una danza?
JAja,
Sourrender your ego be free be free

TO YOURSELF