jueves, 15 de noviembre de 2007

Epicureismo político

Luego de que Lex Sarkowsky anunciara el lanzamiento de una bomba de ADN, Hugo Mercury, desde su oficina, maquina la forma de descifrar las coordenadas para impedir la explosión en aras de la igualdad...

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En aquellos días Hollywood era una fiesta


Aquella semana se rodaba un film dirigido por los descendientes gringos de Carl Theodor Dreyer, lo que equivale a decir que la muerte les rondaba incluso al comer mac-asquerosidades; aunque en realidad debería agregar: ellos habían leído cosas asustosas decontruccionistas posmodernas, se habían liado con miles de páginas idénticas y finalmente, en ese mes del año 2113, se filmaban a si mismos haciendo lo que hacían; de modo que una infinita cadena les atrapaba y no había que ser un profesional vestido de frac para darse cuenta de que iban a estar muchos años más filmando, sin poder avanzar nunca.


Pero he dicho que Hollywood era una fiesta.

Sí que lo era. Espectáculos… todos los días. Gringas libidinosas bailando por las aceras… día y noche. La gente se la pasaba borracha y alucinada retardando el momento definitivo en que habrían de llegar a sus casas y enfrentarse con cuestiones incluso más peligrosas de las que pudieren resultar de filmar películas neomodernas.


4 comentarios:

Francisco Ide Wolleter dijo...

sí, risa la risa.

de donde saliste?


saludos!

Cristián Arregui Berger dijo...

Y parece que ahora este muro es blanco

digamos que para encontrar una solución a semejantes discusiones

habría que hacer como esos monjes zen
que meditan de cara al muro

Más allá del lenguaje
la patafísica
y la política

Allí donde mueren los valientes
maduran los dadás
y los abogados se hacen inocentes

Saludos

Pakithor dijo...

Mucho cuidado, Black, Epicuro lo que dijo fue "placeres privados, virtudes públicas". Lo de estos es justo lo contrario.

Saludos cordiales.

blackjacket dijo...

Estimado Pakithor:

La cita en inglés está copiada textual del diccionario de Paul Edwars, uno de los mejores, como sabrás, de filosofía. De todas formas agradezco la intención de la observación.
El cariz de la derecha de Lex Sarkowsky es muchísimo más matizada que un simple epicureísmo político, pero le he puesto así por todo lo que pueda significar la imposibilidad de acceder, la falta de trascendencia y sentido y, además, ese querer aferrarse a algo sólido. He conectado esto, en el relato, con el arte que hoy se vuelve metalinguistico y, por ello, tendencioso, vacío, carente de orientacion, enredado en refexiones sobre sí mismo.
saludos
Natalia F.